un día de agosto helado
veinte y seis años después,
¡quién lo diría!
pero en Andalucía.
¿Qué ocurre "cuando el viento deja de soplar"?, es una fantasía, es la explicación necesaria, es ... un mundo aparte, porque "cuando el viento deja de soplar", comenzamos a escribir y leer.
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Lo más seguro es que, lector, no conozcas dónde está el Parque Jaime del Amo, ni a quién se debe su nombre. Sin embargo, sus referencias son muchas si estás, has ido o tal vez hayas estudiado en la Ciudad Universitaria de Madrid. Sin duda será para ti algo sobradamente conocido, si como alumno te hospedaste en la Residencia de Estudiantes que allí hay, en la avenida de Gregorio del Amo, padre del anterior. Pero si trabajas o has trabajado en el Hospital Clínico Carlos III, o si has indagado en el frente de Madrid durante la Guerra Civil y donde se efectuó la rendición de Madrid en 1939 ante las tropas golpistas, o si has ido a ver la Virgen Blanca, único vestigio del Asilo de Santa Cristina, es muy probable que sí conozcas el lugar, si no por su nombre, habrás paseado por sus pinares. Todo ello te lo cuento en la número II de los Paseos por Parques y Jardines de mi blog "Las Zancadas de Santi Navas" al que puedes acceder pinchando aquí.
El Palacio Real de Madrid ocupa el lugar originario de una atalaya de vigilancia que se estableció aquí antes de que se formase una población estable tras la fundación de Mayrit en el siglo XI, se alza en un lugar de unas impresionantes vistas sobre lo que fueron praderas junto al río Manzanares, de las que nos hablan los grabados obtenidos tras los estudios arqueológicos y que figuran en el Museo de Madrid y en el intercambiador de Príncipe Pío. La Historia de todo lo que ha ocurrido en este entorno hasta ahora no corresponde a este blog, sino al de Paseos, Parques y Jardines. No obstante, es necesario comentar que debido a temas de seguridad, no existía el mirador que hoy visitamos. Cuando se abrió fue todo un espectáculo al que acudían, y siguen acudiendo, multitud de visitantes propios y extraños en busca de una imagen impresionante del sol ocultándose.
El mirador es accesible entre las 12 y las 22 horas tras pasar las verjas diseñadas en 1899 por el arquitecto mayor de Palacio y Reales Sitios, Enrique Repullés Segarra (Valladolid, 1848 - Madrid, 1918), que se retiraron en 2007 para hacer la entrada a la Galería de las Colecciones Reales, cuya cubierta pisamos. La verja tiene 52 metros de longitud y 5 puertas dobles que fueron reparadas, repuestas y limpiadas con dicho fin. Apoyados en el muro, quedan a nuestros pies las copas de los árboles del Campo del Moro, del parque de la Virgen del Puerto, de Madrid Río, de la Casa de Campo... y así sucesivamente hasta la línea del horizonte. A un lado quedan los edificios del paseo del Pintor Rosales y el Parque del Oeste con la sierra al fondo. Al otro lado las Vistillas, Madrid Río, la zona de la Ermita del Santo, la Puerta del Angel, hasta el Alto de Extremadura con el horizonte al fondo. Se trata sin duda de un lugar privilegiado, pues incluso si nos damos la vuelta, el propio Palacio y la Almudena, se iluminan del resplandor de ese sol que se marcha, despidiéndose como si lanzara un beso de color a todo lo que asoma frente a él.
Ver Los 43 atardeceres de El Principito en Madrid
@ 2022 by Santiago Navas Fernández
Existen lugares cuyo nombre desconocemos, lugares que no aparecen en las guías de turismo, pero que son rincones que hay que visitar. En un pasaje de El Principito durante su viaje por el Universo, conoce a un geógrafo que vive en un asteroide, el cual necesita aventureros que le ayuden con sus testimonios a trazar los mapas que hace. Este es el caso, un lugar real pero apenas conocido por unos pocos. Ubicado en una meseta construida para aprovechar un enorme desnivel en el Parque Agustín Rodríguez Sahagún (que conocimos aquí) de Madrid. Y desde el cual se pueden ver unas impresionantes puestas de sol.
La explanada del mirador que os presento conserva indicios de una valla de madera, bancos y papeleras, algunos parterres y buena vegetación. Su actual aspecto (a junio de 2022) no es nada saludable por desgracia, la falta de cuidados y la acción de los no cuidadosos, ha convertido este bello lugar en un lugar de paso desangelado y sucio. Aún así, entre los cipreses, las adelfas o las hierbas que nacen por su cuenta, podemos ver las copas de los árboles del Parque, los edificios y casas más allá y al fondo la sierra de Guadarrama, mientras el sol se oculta tras su cordillera. Para acceder puedes hacerlo por el mismo Parque, pues hay un sendero que sube hasta él que parte cerca de la caseta de limpieza (sigue el Canal de Isabel II que atraviesa el Parque, la encontrarás), está a los pies de las grandes torres que se están construyendo al final de la calle Capitán Blanco-Argibay, de la cual también sale un camino de tierra que te llevará a este mirador.
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@ 2022, by Santiago Navas Fernández
@ 2022 by Santiago Navas Fernández
Así se hace llamar un artista callejero que es pura inspiración. Según cuentan las crónicas, allá donde le viene la inspiración la plasma sobre una pared y la acompaña con un dibujo. Recicla los materiales que usa o usa los materiales que encuentra. Se reúne con amigos para pintar paredes y puertas... En el barrio de Tetuán y cerca de de donde vivo, descubrí un dibujo suyo un día que venía agobiado por el trabajo, al principio creí que se trataba de una ironía, se me hacía muy largo el título, creí que era otra cosa. Y ya veis, ni siquiera era un título, sino el nombre.
Dicen que el street art está sobrevalorado. No lo sé, sólo sé que las composiciones están cargadas de intención, frases, ideas... en definitiva, mensajes para reflexionar. Un cambio social, tal vez esto sea lo que se necesita para diferenciar la estupidez de ensuciar las paredes con el arte de crear obras efímeras sobre un muro, una puerta, un cierre... Una propuesta política, social, humana, a veces con cierta acidez, ironía. Tal vez la enseñanza es "todo bien", frase que puede ser pesimista u optimista en función de que quien la pronuncie lo sienta de una forma o de la otra. "Sana, sana, culito de rana" viene a ser lo mismo pero expresado de una forma más infantil. Así que tranquilos, sea lo que sea, todo va bien, el mundo se podría haber extinguido ya, pero aún no lo ha hecho ¿qué más puede pasar? "¡sana, sana, culito de rana!". Y si es que no va bien, pues ¿qué le vamos a hacer? "¡sana, sana, culito de rana!" y así desde pequeños nos van preparando para soportar lo que nos venga sin rebelarnos "todo va bien", a pesar de todo, todo va bien ¿quién es todo? Siempre nos quedará la pintura.
Dicen que hay un dibujo de @elreydelaruina a la vista de cada madrileño, así que ¡busca tu preferido! Los que he puesto en este artículo, realmente los he visto en personal, están en la calle Campo Real, calle Guadalix y calle Valle de Mena. Puedes buscarlo en Instagram.
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@ 2022 by Santiago Navas Fernández.