sábado, 17 de octubre de 2015




Aquellas sábanas frías que acariciaban mi piel desnuda, se quedaron envueltas en su triste soledad.

El sol que calentaban mis dormidos párpados, resuenan en un eco suave de los recuerdos.

Ya no vivo más para desear. Ahora vivo en el presente, ni siquiera en el futuro, que no me interesa. Y me vanaglorio del pasado.

Cualquier tiempo actual, es mejor que cualquier tiempo pretérito.