sábado, 19 de julio de 2014





En realidad, yo diría, que sólo existe la palabra belleza. Que su contraria, fealdad, no existes, es una invención malévola, maquiavélica, demoníaca, de esas personas que necesitan sentirse superiores porque son inferiores.


La belleza lo es todo. Un hombre, una mujer, son bellos cuando los ojos que les miran así los ven, pero los ojos de quien realmente importa, no de la generalidad. Porque el concepto belleza es intercambiable, variado, moldeable y, sobre todo, acomodaticio a los tiempos, las modas e, incluso, los intereses económicos.

Hagamos un somero repaso por la vestimenta a lo largo de los siglos, o los modelos de belleza en distintas épocas de la historia. Están ligados a valorar más la opulencia, el tener dinero, ... o la salud.

La belleza sólo existe en los ojos que miran. Nos sentimos bellos porque la persona amada así nos ve. Esa es la felicidad y por eso decimos que lo importante está en el interior. 

Eso es el Amor ... Cuando el viento deja de soplar.