Entre tu cabello sedoso duermen mil sueños,
cuando mis dedos se enredan en ellos,
alcanzo el éxtasis de la sensibilidad.
Tendidos sobre la almohada, desnudos,
son la tentación de mis deseos.
No me los quites nunca, ni siquiera al dormir.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
-
"Quizá esté mal, Eva, pero el Mal también es parte del conocimiento" La escritora nicaragüense Gioconda Belli, activista social ... -
Bajo el ronco motín que grita muerte, el sagrado bajel cruje de suerte que semeja reír - El genio es fuerte; Y aún ante indicio, de locura... -
Sobre la cima del cerro del Príncipe Pío, rodeado de paseos de tierra y en medio de una lámina de agua poco profunda y sin surtidores, se ...