viernes, 23 de diciembre de 2016






Querido diario ... ¿y si nada fuera tal y como lo vemos? ¿Y si fuéramos capaces de ver el color a través de unos cristales opacos?
Querido diario ... la luz se sumerge en los sueños para cargarlos de energía durante la noche. Y de mañana, que podamos sonreír ¡bendito día! que así comienza.
El color vive al otro lado del ojo cerrado, sólo hay que abrirlo para verlo, querido diario, y tu deberías saberlo.