martes, 17 de octubre de 2023

RITUALES


En las noches de luna, el clan familiar nómada se reunía a escuchar las historias que contaban las ancianas hijas de Eva. Con ligeras variaciones iban modificándose de generación en generación, cada cual recortando lo que no le gustaba y aportando nuevas ideas. El peregrinar iba siendo más lento a medida que la caravana iba creciendo en miembros y, entre otras cosas, necesitaba más recursos alimenticios, de confort, etc. Pero siempre mantenía viva la memoria del padre Adán a la que se unían nuevos actos que enriquecían los procesos rituales de la gran familia.

Tras atravesar el desierto, a veces junto al gran mar, a veces entre las dunas donde encontraron agua dulce en un oasis, la primera facción del clan se desgajó para asentarse en un inmenso valle repleto de Palmeras. Fue el primer asentamiento en aquella calurosa tierra, ocho miembros entre los que quedó una anciana que relataría la memoria de Adán y Eva y presidiría los rituales de los ancestros, varios niños y el resto adultos, con camellos, cabras y gallinas. El resto, hijos de Sem, arribaron hasta el Peñón desde el que observaron la cercana tierra a la que querían cruzar, pero no sabían aún cómo atravesar la lengua de mar.

- El padre Adán nos dejó dicho que existía una tierra donde la comida nacía madura de los árboles y los arbustos -decía la anciana.

- El padre Adán contaba que los animales convivían en armonía sin peleas, cuando la noche se hizo por primera vez. Desde entonces todo cambió.

- Volveremos a la tierra prometida si cumplimos con los ritos que el padre Adán instauró, si cumplimos con el exilio que Sem aceptó para recuperar el cariño de su padre Moisés.

- Purguemos el pecado de Caín viajando a otra lejana tierra.

- Hijos de Adán y de Eva, de Moisés y de Sem, debemos atravesar el mar para descubrir el nuevo mundo donde es posible que esté la tierra prometida al padre Adán.

Y mataron la cabra de la luna llena, bebieron su sangre y comieron queso fresco elaborado por ellos mismos, mezclado con unos dátiles como homenaje a los frutos que la tierra prometida les iba a regalar. El hombre (y la mujer) habían creado nuevos ritos para recordar lo que les esperaba, pero lo habían hecho sintiéndose el centro de la creación, usando animales y plantas a su servicio sin conceder su espacio al resto de seres que habitaban entre ellos.

- Pidamos perdón por ignorar a nuestros hermanos y hermanas que son el resto de seres vivos, de los cuales nos alimentamos y sacrificamos mientras que llegamos a la tierra prometida -volvió a decir la anciana.

Y el ciclo se cerró otra noche más. Mañana comenzarían a estudiar cómo cruzar el mar.


"Desterrado de la naturaleza, el ser humano crea de la nada un cosmos de símbolos.
Allí representa sus rituales. Allí habita su bosque imaginario"

Eduardo García, poeta.
"Las islas sumergidas. En cuerpo y alma"
Granada, 2014


@ 2023, by Santiago Navas Fernández

sábado, 7 de octubre de 2023

MIEDO Y NO SÉ DE QUÉ.

 



Hoy tengo miedo, amor mío.
Pero no sé de qué,
Del viento que pasa y silva,
Del poema que me han leído,
De recordar a los antiguos,
De la noche que se cierne,
De la ceguera, del dolor,
Por ti, por ellos, por los que están
Y hasta por los que se fueron
Demasiado pronto, demasiado jóvenes.

 

Hoy tengo miedo, mi amor,
Por ti y por mí, por el presente,
Por el futuro.
Y solo la palabra escrita
Me puede consolar,
No soy de verso largo,
De palabras escogidas,
Porque el miedo es sólo eso,
Miedo, inseguridad y lágrimas.

 

Hoy tengo miedo, amor mío,
Será la edad, las canas y las ganas,
Serán los vanos, será el frío,
Será por no llamar a quien debí llamar,
Será por los que, aunque quiera,
Ya no puedo llamar.
Será porque la libreta
Ya acumula demasiados negros.
Será porque echo de menos
El poder llorar como lloran los niños.
O será por miedo al futuro
A esa sonrisa que desde hace poco
Espero beber en mi pupila
Y grabar en mi cerebro.
Será porque no llego a donde debiera llegar.
Será… será… será.

 

Hoy tengo miedo, mi amor,
Y no lo puedo evitar.



2023 by Santiago Navas Fernández