lunes, 7 de julio de 2014


Maldita la espada
que cruza la carne 
humillada.

Maldita la palabra
que cruza la oreja
callada.

Maldita la pena
que aviva la angustia
y la llena.

(Principito, marzo 2014)





No me atrevo a irme a dormir porque sueño y los sueños, cuando son sueños dormidos, no pasa nada, pero los sueños, cuando los vives despierto, se pueden convertir en pesadillas.

(Principito, marzo 2014)