jueves, 9 de octubre de 2014





A ti mujer, a ti que me lees, que esperas mis palabra, que escuchas mis suspiros, o los imaginas. A ti, que vives en una fantástica torre rodeada de historias, de libros, de fantasía. Una torre que es un jardín, que es tu torre, la que tu has construido, en la que habitas, cuyas puertas abres en muy contadas ocasiones, a quien tu quieres invitar a tomar el té, con pastas, con las after eight que tanto gustaban a Lucía. Yo, Jaime, te las llevaré a ti también un día.


Pero hoy, sólo quiero dedicados a todas las que tenéis una torre así, mis dulces recuerdos. Fotos que disparo pensando en vosotras y os veo en ellas reflejadas.