martes, 20 de enero de 2015





"El tiempo pasa, y nos vamos poniendo viejos ..."


Siempre que una puerta se cierra, se abre una ventana. Eso dicen. Incluso que la ventana se convierte en puerta, en portalón, en gran paseo que nos enseña una nueva realidad. 



¡Por Dios, que pongan una luz en lo alto de la puerta!. ¡Qué se distinga en la noche!. Para no perdernos.

No sea que la ilusión se diluya y perdamos la oportunidad.

Una luz, tan solo una luz. Una señal que deslumbre en la oscuridad, que permita al perdido encontrar el camino, que permita a la ausente hallar la senda. La negrura es la pena, la claridad, la alegría.

Camina, vida mía, hacia la claridad, que detrás de la puerta te espero desnudo.