lunes, 18 de agosto de 2014





Los adornos son la presentación poética de las cosas simples. Es como el vestido en los seres humanos, nos identifica, nos clasifica, nos sitúa, pero no hay que olvidar que lo importante está dentro. De nada sirve la ornamentación si el palacio es solo fachada y su interior no es más que una chabola. Como Lucía escribió en su diario: "...Descubría, que más que una fortaleza era una cueva, con más o menos encanto, pero no el castillo que había imaginado ...", Diario de Lucía, Cuando el viento deja de soplar, libro.


sábado, 16 de agosto de 2014


- Vale, hasta aquí, ¿no te va bien?
- No
- El hartazgo en tu cuerpo y tu mente no aguanta más ¿verdad?
- Así es
- ¿Y qué piensas hacer?
Silencio, miradas ...
- No lo sé - sollozos de los ojos rojos que ya soltaron demasiado agua.
- Míralo de esta forma.
Silencio, manos blancas que acarician la piel dolorida. Como un interruptor detienen las lágrimas y abren los ojos verdes.
- Dime.
- Hoy es el primer día de tu vida. El pasado es un libro que ya has leído, no lo olvides, pero ciérralo. Hoy tu vida comienza de nuevo.
Amanece, el sol despierta del sueño.
- ¡¡¡ VIVE !!!!!

Si alguien alguna vez ha creído que el Amor es eterno, puede que tenga razón, sólo sé que eso no depende de él ni de ella.

martes, 12 de agosto de 2014


- Espejito, espejito, ¿quién es la más ...?


Cuando descubrió la verdad que la observaba desde el cristal donde se miraba, el cuento cambió radicalmente. Y se hizo el silencio.



- Quien ama más al objeto que al alma, sólo puede ser infeliz, recorrer el mundo y no encontrar su lugar es su único destino - oyó en su interior.

lunes, 11 de agosto de 2014





“Ojalá no pueda tocarte ni en canciones …” pero te toqué y me emborraché con tu veneno. ¿Y ahora qué?. ¿Cómo borro todo lo vivido, lo amado, lo entregado, lo regalado, lo sufrido?. Te toqué, ¡te toqué! Y te volvería a tocar una y mil veces. A bañarme en el mar salado del sudor de tus goces, a sumergirme en el dorado océano de tu cuerpo, a recorrer sumiso cada pliegue de tu piel. Volvería a dormirme cada noche soñando con que llegue la mañana para encontrarte a mi lado. A intentar adivinar qué pensabas en ese momento, a respirar el aire que te rodea para insuflarme de tus misterios ..."
Cuando el viento deja de soplar, página 25 ...



No sabría cómo expresar la tristeza, pero puedo contar lo que ocurre cuando la tienes. El temor con el que se inicia, el pánico con el que se enfrenta y la desolación con que nos ocupa.

Eso es, se siente frío, se siente vacío, se siente aspereza ... ¿el motivo?, ese nace sólo, nadie lo llama, viene a abrazarnos como una inmensa gasa negra llevada por el viento ... y nos cubre. Así nace, en un "de repente", sin aviso previo que nos permita prepararnos para recibirla.


Y si el corazón no es un hígado, la tristeza se adentra y se queda a vivir.