Madrid es también sus tejados, un mar de tejas, chimeneas, antenas y buhardillas, ... pero, sobre todo, ¡sueños! Los atardeceres se pueden asomar a tu casa, sorprenderte... sin esperarlo, mezclan los colores, contraponen las sombras a la luz, nos conducen a la melancolía. Este que veis, lo fotografié desde mi edificio; ese día, el cielo se vistió de rojo... un efecto natural cuyas condiciones se dan pocas veces. Tuve suerte.
Como dijo Roberto Bolaños "el cielo, al atardecer, parecía una flor carnívora".
Madrid rebosa por los tejados, donde encontramos una fauna singular: los gatos. Animales que se deslizan desde el atardecer entre las sombras en busca del sustento, de los juegos con los suyos o de las aventuras amorosas. Te sorprendería, Principito, saber el gran número de gatos que pueblan los rincones de Madrid, sólo censados hay más de cien mil felinos.
Y "gato" es como se les llama a los nacidos en Madrid, sólo si sus padres y abuelos, también nacieron aquí. El apodo viene de una leyenda que cuenta que un valiente soldado trepó por las murallas árabes de Madrid para sustituir la bandera de los entonces habitantes por la de los nuevos conquistadores y el Rey al saberlo, exclamó "escala como un gato", y desde entonces el soldado cambió su apellido y adoptó un escudo propio donde figuraba un gato como motivo principal.
@ 2022, by Santiago Navas Fernández.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar.
ocelos1962@