VARADOS EN LA PLAYA

Varados en la playa nos hemos quedado,
nos falta el mar para vivir,
pero no nos podemos ir del todo.

Dormido desde hoy hasta que el destino lo diga.

Me falta la palabra, porque la lágrima ya me brotó.
Día difícil de despedida en compañía,
de símbolos, como el viejo jersey que te hizo mamá.

"Dale un beso cuando la veas" ...

Dormido desde hoy hasta que el destino lo diga.

Nos hemos despedido como el que parte a un largo viaje,
del que nadie vuelve, huyendo del dolor,
de la enfermedad cruel que derrota vidas,
sin esperanza de volver. Te has ido un poquito.
Nos ha faltado el mar y te has quedado varado.

En ese intermedio del sueño que diluye,
pero que no resuelve, en ese mientras tanto
que llega la hora, "ojalá sea corta".

La maldita enfermedad que no te mereces,
el mal que devora, el corazón que se defiende.
Y tu varado en la playa, a la espera de que Caronte
te cruce al otro lado. "Dale un beso cuando la veas ..."
ni siquiera eso te he sabido/podido decir.

Duerme, descansa, que el fin ya está cerca,
que la barca ya avanza y te viene a buscar la parca.
Merecido descanso. Y si el cielo en el que tu crees,
existe, allí estarás, de la mano de tu mujer: ¡mamá!.
El amor de tu vida. Otros 40 años más.

Dormido te dejo, hasta que el destino lo diga.
Adiós papá.