viernes, 25 de julio de 2014


Los sueños, todos tenemos sueños, todos deseamos algo, como Juan Salvador Gaviota ... pero hay que perder el miedo a volar, el lastre de las alas no nos dejar ir allá donde realmente queremos.

Yo tengo un sueño, ustedes que me leen, tienen un sueño, ... hagámoslo ... quizá nos quedemos en el intento, pero al menos lo habremos intentado ...

Dedicado a las soñadoras como Lucía, la protagonista de CUANDO EL VIENTO DEJA DE SOPLAR, que perdió su vida en el intento. Cuando podía haber sido una mujer rica y aclamada, prefirió unos vaqueros y una vieja mochila de rayas para recorrer el mundo ayudando a enfermos. Y también a Jaime, que la supo amar.

Él fue su Pedro Gaviota ...

Y también dedicado a los más de 2.000 seguidores de la página en face, más de 400 en el blog, que tienen sueños como yo los tengo y los compartimos. Y a los que han comprado el libro, que ya saben de qué les hablo.

Y a V, que me pidió publicarlo cuando lo descubrió dormido entre miles de papeles.

...


Juan Salvador Gaviota ... Amanece


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