Una cebolla te hace llorar sólo cuando la troceas.
No sé por qué se asocia tumbarse con leer un libro, a mi me encanta leer moviéndome, claro, no paseo por la calle, es un peligro, pero en lugares acotados sí me gusta hacerlo ¿a alguien más le ocurre?. No siempre, por supuesto, entenderme ...
Y tras esta reflexión, os invito a opinar sobre CUANDO EL VIENTO DEJA DE SOPLAR, una aventura compuesta a partir de unas hojas de papel encontradas en la basura, unos diarios y unas cartas privadas, escritas por los protagonistas, una colaboradora de éxito de una ONG y un hombre vulgar y la gente que les rodea. La historia hay que irla hilando, porque a lo dicho se le une el relato de la acción cotidiana, echar un vistazo a través de esta página o en: https://www.facebook.com/Cuandoelvientodejadesoplar