“Febrero
“Ojalá no pueda tocarte ni en canciones …” pero te toqué y
me emborraché con tu veneno. ¿Y ahora qué?. ¿Cómo borro todo lo vivido, lo
amado, lo entregado, lo regalado, lo sufrido?. Te toqué, ¡te toqué! Y te
volvería a tocar una y mil veces. A bañarme en el mar salado del sudor de tus
goces, a sumergirme en el dorado océano de tu cuerpo, a recorrer sumiso cada
pliegue de tu piel. Volvería a dormirme cada noche soñando con que llegue la
mañana para encontrarte a mi lado. A intentar adivinar qué pensabas en ese
momento, a respirar el aire que te rodea para insuflarme de tus misterios.
Volvería a prepararte ese té tan malo que no sé preparar sin el toque mágico de
tus manos, a recoger el cuarto donde vamos abandonando lo que se nos pone por
medio y que nunca ordenamos. Volvería a recorrer el pasillo, el portal, subir
en el ascensor, presintiendo el abrazo de pasión que me esperaba, rogando para
que corra más el artilugio y llegar antes a tu lado, derribar la cancela de tu
distancia y conquistar tu cuerpo. Volvería a pasear en silencio a tu lado por
la calle. A escuchar tus reflexiones sobre lo que verdaderamente es importante
en esta vida. A comprarte un helado que luego se te caería al suelo, sólo para
verte reír."
