miércoles, 17 de junio de 2020

OMAR KHAYYAM




"Jamás de la ciencia mi corazón se privaba, pocos misterios quedaron que por saber no acabara, setenta y dos años he pensado noche y día, para enterarme de que no me he enterado de nada."


Omar Ibn Ibrahimal-Khayyami nació el 18 de mayo de 1048 en la ciudad iraní de Nishapur, donde residió y ejerció como juez y profesor de matemáticas, filosofía, medicina e historia. Hasta el 4 de diciembre de 1131, cuando falleció, fue enterrado en una tumba que en el siglo XX fue sustituida por un mausoleo de mármol blanco y adornado con cristaleras de colores. Conocido como Khayyam en oriente y como Jayami en occidente.

 

Comenzó a conocerse en Europa y América a través de Edward Fitzgerald, poeta y traductor de los Rubaiyat, cuartetos que compuso en cuyas rimas une primero con segundo y cuarto verso, quedando el tercero libre. Su estilo fue satírico, hablando de la vida, del amor, de las relaciones y los placeres, del ser humano e incluso a veces con una crítica contra la religión, la educación y la sociedad y su organización. Fue citado por Borges, Wilde y Juan Ramón Jiménez.

 

Pero no sólo desarrolló esas materias. Como filósofo, fue un fiel seguidor de Avicena. En matemáticas destaca su aportación al crear lo que él llamó “shay” (cosa, algo) que se tradujo por xay, quedándonos con la x que se manejan en las ecuaciones, investigador de las fracciones y los binomios, expuso que no se podían explicar las ecuaciones de tercer grado con compás y regla, habría que esperar hasta Descartes en el siglo XVII, por lo que se le ha considerado un adelantado a su tiempo. Así como su contribución al quinto postulado de Euclides sobre las líneas paralelas.

 

En astronomía desarrolló un calendario que aún se sigue usando en Afganistán e Irán, llamado jalaliana o seliuk, que fija con exactitud el año, desmintiendo el principio de los 365 días, mucho más preciso que el calendario gregoriano. Dirigió el observatorio astronómico de su ciudad. Actualmente hay un cráter lunar con el nombre de Omar Khayyam.

 

Inquieto científico, estudioso y formador a su vez, como puede deducirse, la Organización de Cultura y de la República Islamista de Irán, en 2011, obsequió a la Universidad Complutense de Madrid, con una estatua de Omar que está situada frente a la Facultad de Filosofía y Letras.


Debajo, la portada de los Rubaiyat, en su primera edición estadounidense efectuada por Fitzgerald en 1878.









@ 2020, by Santiago Navas Fernández

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