domingo, 10 de agosto de 2014





Y el hombre desesperado, se lanza al mar en una balsa, por buscar peces, por buscar vida, por buscar matar el hambre que le trae la ruina.

A una familia que le aguarda, solo le cabe esperar, por ver si con la poca pesca, el hambre se puede quitar.

Y es el mismo hombre, de otro color y en otra costa, el que al mar se asoma buscando consuelo, ahogar la pena, reír de nuevo. El hombre que ahoga su desesperanza y crea su esperanza, en que todo cambiará.

De costa a costa los hombres se asoman, miran ...

Todos somos hombres (genérico) que luchamos en el mar, en el océano de la vida, buscando una costa donde amarrar: el corazón, la paz, la vida ... ¡y la felicidad!.
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